Esta tarde sorprendió a los tresalgarrobenses una extraña visita. Irrumpió en nuestra habitual y monótona geografía un Citroen Francés modelo 1961.-

El asombro fue mayor cuando nos encontramos que era conducido por un hombre de nacionalidad chilena. El Señor Molina, como se hace llamar en honor a su lugar natal, tomó un día, hace un par de meses, la decisión de recorrer parte de la Argentina. “Vengo del pueblo de Molina, en Chile, a 200 kilómetros de Santiago. Crucé por el paso Pehuenche”. Estuvo participando en General Alvear de un  encuentro de autos clásicos, “estuve 8 días ahí”. Estuvo también en San Rafael, “ahí estuve 15 días. En ninguno de los dos lugares me quisieron cobrar nada. Estoy agradecido de la gente que ido conociendo en el camino”.-

El objetivo del Señor Molina no es sumar kilómetros, “la idea mía es sumar amigos. Sumar personas que se acercan, nos sacamos una foto, compartimos un minuto, 10 minutos, una hora, dos días, seis días. Esto es lo que busco yo en este viaje”.-

Llamativamente este viaje lo está haciendo sin plata. “Es fácil hacerlo, porque llegué a la parte indicada, porque está la pasión del Citroen”. Con respecto al auto destaca que llegó a Chile importado de Francia, “los traían cortados para pagar menos impuestos, en Chile les hacían un baúl y los vendían”.-

De profesión chapista en su pueblo, decidió convertirse en viajero. “Un día estaba trabajando en el taller, entre el polvo porque estaba lijando un auto y se me dio vuelta la pintura. Vivo solo. Tengo hijas grandes, están casadas. ¿Para qué estoy trabajando? si ya no necesito nada. Lo que necesito es disfrutar mi vida. Dios me dio el don de poder hacer todo sin nada”.-

Duerme en el Citroen, para lo cual ha adaptado el interior del vehículo. “Bajo el colchón (se encuentra en una baulera que está en el techo del Citroen) y duermo adentro, yo feliz de la vida”.-

“Estaba en la estación de servicio de Villegas y Jorge Domínguez me invitó para venir hasta acá. Este pueblo es bonito. Así conozco el lugar y ustedes me conocen a mí”. El recorrido continúa hacia Lincoln, donde lo esperaban para hacer una nota radial, luego Junín. Su objetivo es llegar a misiones para conocer la triple frontera.-

Sergio Ulloa, su verdadero nombre, dice “viajar a la velocidad del paisaje”. Esa es la velocidad de su Citroen Francés modelo 1961. Ulloa va dejando kilómetros atrás, esos que en algún momento volverá a transitar, a su regreso. Como todo caminante, Sergio va haciendo camino al andar, porque él al igual que todo caminante sabe que no hay camino trazado, y cada vez que mire hacia atrás encontrará todas las amistades cosechadas en su recorrido. Gracias por tu visita y buen viaje….

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